miércoles, 22 de septiembre de 2010

CONDOR

Esquivaba las piedras acelerando su moto, el camino de ripio cambiaba diariamente por el paso de los camiones y autos que transitaban por ahí. Siempre había algo para ver, patos silvestres retozando en el agua que se formaba por las lluvias entre los alambrados de los campos. Lo que más le impresionó una vez fue ver 3 cóndores que a baja altura daban vueltas en busca de comida. Indicio que en las condoreras ya no había que cazar. Embelezado con el paisaje, montañas nevadas y el bosque verde que quitaba el aliento al verlos imponentes. Las lagunas que cruzaba para poder llegar a su trabajo reflejaban el sol del mediodía. Un día normal camino a la escuela rural del Percy, maravillado por la naturaleza no podía creer todo lo que veía. Y cuando contaba a sus amigos el viaje de 12 kms que hacía para ir a trabajar no podían creerle la suerte que tenía, pero le lo sabía y ansiaba que nunca se acabe. Absorto estaba en esto pensamientos cuando se cruzo una liebre que no había visto al costado de la ruta. El reflejo de esquivarla sin mirar el ripio amontonado fuera de la huella que seguía la rueda de la moto hizo que perdiera la estabilidad. Fue un instante nomás, el que llevó a la caída fatal. Tiritando por el shock de las fracturas y los golpes pensaba cuanto tiempo pasaría antes que alguien lo encuentre en ese lugar recóndito y perdido en el tiempo. Mientras los últimos momentos de su vida se iban escurriendo en su mente, miro al cielo y la imagen de un Cóndor entre las nubes fue lo último que vio.

2 comentarios:

  1. cuento corto y hermoso con un final reincidente , el morir ,solo entre los amados paisajes ,sigue gustandome leerlo,

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  2. hermoso hermoso hermoso....si Ud. supiera hacia donde transporta a mi corazon este cuento!!

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