Mientras hacía el nudo de la soga en su mente buscaba
motivos para no hacerlo.
¿A quién mierda le va a importar?
Seguramente los de telefónica y movistar si llegaran a
aparecer con una boleta –se contestaba con una risita taimada.
En el trabajo seguro que se dan cuenta al toque, cuando
tengan que dar parte de los que faltaron.
Y con los vecinos no tengo más trato que un saludo ocasional
cuando nos cruzamos, pero nada más. Así que tampoco en el barrio lo verían.
La familia, bueno, es algo especial, no tengo trato con mi
familia, de mi padrastro mejor ni hablar, siempre tuvo palabras para los demás,
pero para mí…silencio siempre. No es mi culpa que haya tenido que cargar con el
hijo de su mujer (o sea yo) pero era el paquete completo, mujer+ hijo. Y si su
mujer no quiso darle hijos, bue que se joda por pelotudo ¿no? No es mi culpa.
Y la relación que tenía con su madre era por demás
neurótica, le comió el cerebro desde que tenía uso de razón, pero si el pobre
tipo tuviera que entrar en detalles toda la tortura que fue soportar a su
madre, sería un cuento interminable y le pasaría el trapo a Norman Bates.
Tampoco se darían cuenta.
Así que no había mucho por decir, una ex pareja, la mujer
que más amó se había transformado en la peor puta y más bajas de las mujeres,
compararla con escoria era insultar a la escoria misma, con hijos como
sanguijuelas que solo les importaba la droga, la joda y el dinero fácil, el oro
y el Moro. Y de decepciones ya tenía mucho, ver en lo que se había transformado
su amor, con todo lo que sabía y callaba, era aberrante en realidad. Su corazón
se terminó por derretir. Dejó de verla. Tampoco lo vería hacer eso.
No había nada ni nadie que se lo impidiera.
¿Amigos?
Pocos y cada uno con sus propios dramas, para que ir a
molestarlos con pequeñeces. Lo que iba a hacer en realidad era insignificante
para los demás.
¿Hijos?
Nunca quise tener, ¿para qué? Para que al primer drama o
alguna boludez se escape con mis hijos de la misma forma que hizo mi madre
conmigo? Ya lo viví una vez, no pienso que se repita otra. Yo ya se lo que es
que huyan con un hijo de los dramas para no enfrentarlos valientemente, es
mejor escapar dicen. Yo fui alejado de mi padre en la distancia, la peor ofensa
contra un padre. Así que no le pienso dar la oportunidad a alguna perra que
haga lo mismo conmigo. No tenía hijos que le vieran así.
Se dio cuenta que mientras pensaba en estas cosas había
dejado de armar la soga. La miró unos segundos y empezó a reírse.
-Que vida de mierda tenemos. Se había vuelto un poco
filosófico.
Nacemos, sufrimos como un perro para crecer estudiar,
trabajar y morir como el más pelotudo de todos….de viejo.
Es ridículo si nos ponemos a pensar, ¿qué sentido tiene la
vida? Ninguna.
Tenemos hijos para condenarlos a muertes, si, a muerte. Del
mismo momento en que nacen, le ponemos fecha de vencimiento a los pibes.
QUE PELOTUDOS SOMOS.
O sea, si no tenemos hijos, me ahorro de enviarlo a la
muerte. Total como morimos primeros que ellos, nos ahorramos la culpa. Jaja que
hijos de puta somos. A no ser que se mueran antes por nuestra culpa, por no
saberlos criar correctamente y terminen en la morgue… ¿no?
En fin, la vida es una paradoja que ni el mismo Dios al que
todos le hablan y rezan, no se digna a contestar la pregunta más fácil de
responder para poder tener una vida con SENTIDO.
¿POR QUÉ MIERDA VENIMOS AL MUNDO?
Pero ni él la debe saber, debe estar jugando al metegol con
las cabezas de los decapitados en los accidentes de tránsito. Que si lo ves de
dos formas: o él quiso que se hagan mierda, o él los hizo mierda.
Pura filosofía existencial.
En realidad todos sabemos que Dios no existe, solo el la
demostración metafísica de la necesidad que todos tienen de saber que su vida
no ha sido en vano, inútil. Entonces inventan un Dios para poder creer en algo,
para poder vivir eternamente luego de morir.
Por eso ni me gasto en pedirle ayuda al pelotudo ese. Para
que luego me vengan los evangélicos a decirme que Dios te dio libre albedrío
jajaja que risa.
Claro, cuando el cirujano le salva la vida a uno, la familia
dice gracias a Dios, gracias a él se salvó. Ma que gracias a él, se salvó
porque el médico estudió años para hacerlo.
Eso sí, si el médico se equivoca, le hacen juicio por mala
praxis. Pero, ¿cómo, no fue Dios entonces el que se equivocó?
¿Por qué carajos estoy pensando todas estas pelotudeces?
Al final no voy a terminar más.
Dicho esto se levantó de un salto del piso, se fue hasta el
patio, tiró la soga arriba de la rama más gruesa (debía soportar todo su peso,
que no era poco) y empezó a atarla con toda paciencia para que todo sea
perfecto.
Cuando todo estuvo como el quería, suspiró profundamente y
se encaminó a su destino.
Su cuerpo se mecía fuertemente aún cuando se escuchan pasos
que llegaban hasta él.
-¡GA!...¿qué haces así?
Nada, armé una hamaca, tenía ganas de volar alto, casi puedo
ver el patio del vecino de tan alto – le dice riéndose como un nene.
-Pero vos sos boludo, estás en bolas tarado de mierda. Le
dice furiosa y medio riéndose por la situación.
La verdad que verlo con la panza moviéndose para todos lados
con el impulso, la lengua afuera con los labios manchados de saliva por la
excitación. Era comiquísimo.
Era escatológico, ni el mismo Dante podría describir esa
escena.
-Es mejor así, el viento parece llevarte.
-Sos un boludo –fue la respuesta de ella.
Movió la cabeza desesperanzada y se metió en la casa. Sacó
las cosas que compró en “Ladrónima” y se puso a cocinar, cada tanto miraba por
la ventana y lo veía columpiarse desnudo en la hamaca que habia fabricado.
Movió la cabeza desaprobando la situación. Siguió preparando
las milangas con un rictus en la boca.
Hasta que empezó a reírse. Pero reírse de en serio, tanto
que empezó a gruñir como los chanchos con cada respiración entre las risotadas.
Cuando se calmó un poco. Miró por la ventana largo rato.
Se acercó al sillón y fue dejando sobre él toda su ropa,
abrió la puerta y corrió desnuda hasta la hamaca y se quedó esperando.
Que fuera su turno.
Gabriel.