El amanecer llega antes que cierre los ojos, los recuerdos pasados no se van de mi mente, se pierden en mis pensamientos, buscando donde anidar. Ya cansado de esto, intento dormir, solamente para seguir…soñando con lo mismo. Cuan difícil se hace olvidar al corazón. Tiene memoria propia, por más que olvide ciegamente, el me lo recuerda todas las noches.
Arrancármelo sería una sabia elección, pero lamentablemente, lo uso para escribir mis emociones en estas líneas.
Tal vez, tendría que amordazarlo, la única forma que no me hable más, y deje de aturdirme con su palabra. ¿Cuanto tiempo tendré hasta el colapso total?
Inútilmente intento pensar en otra cosa, imposible….sigue mi mente aturdida y adormecida. Como si toda la vida que había en mí, se hubiera esfumado de golpe… a veces, toco mi pecho, para sentir los latidos….y darme cuenta que sigo vivo….físicamente.
Mi corazón me domina, me subyuga, firmemente, no me deja pensar con claridad, sigo preso a sus pies, sin saber él, que liberándome….los dos seríamos libres.
Gabriel
13/05/08
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